Santander Iracheta, Jesús RodolfoSANTANDER IRACHETA, JESUS RODOLFO; 13786Salas Carreón, David Adrian2020-10-282020-10-282018-09https://hdl.handle.net/20.500.12371/8733“Actualmente vivimos en un mundo donde las humanidades sufren una evidente crisis y donde la construcción de sociedades, en las cuales todo se destina a la voraz destrucción del consumo desmedido, es una realidad. El olvido de lo esencial1 y el interés por la facticidad son dos síntomas concretos originados por la falta de reflexión, en consecuencia, la experiencia de darnos tiempo para nosotros mismos, es decir, reflexionar nuestros actos, guardar un momento de silencio, conservar los espacios de solitud, en fin, las actividades que estimulan al espíritu, se convierten en un repertorio de acciones que son vistas como obsoletas, ridículas y hasta despreciables. Por otra parte, “la humanidad actualmente existente...parece incapaz de escuchar a sus mejores voces”. Las mejores voces que la humanidad puede tener son las voces que se comprometen con su propia responsabilidad. Una voz cuya responsabilidad fue tratar de incitar a otros con sus propias perplejidades fue la voz de Hannah Arendt (1906 – 1975). Pensadora alemana, criticada, rechazada y renuente al título de filósofa, fue la voz del pensamiento que mostró al mundo el rostro de un mal capaz de rebasar la condición humana de poner en crisis al pensamiento.”pdfspaHUMANIDADES Y CIENCIAS DE LA CONDUCTATeología naturalBien y malPensamiento--FilosofíaAnalistas políticosFenomenología del mal en el pensamiento de Hannah ArendtTesis de maestríaopenAccess