Rodriguez Morgado Jorge A.Coconi Sandoval Fredy2025-01-092025-01-091991https://hdl.handle.net/20.500.12371/23654El progreso de la ciencia no ha sido uniforme ni en el tiempo, ni en el lugar. Los períodos de desarrollo rápido han alter nado con prolongadas épocas de estancamiento y aún de decadencia; los centros de actividad científica se han desplazado continua- mente, por lo general siguiendo, no dirigiendo, la migración de los centros principales de la actividad comercial e industrial. Las sedes de la ciencia antígua fueron Babilonia, Egipto y la In dia. Luego, Grecia se convirtió en su heredero común y elaboró por vez primera las bases racionales de la ciencia. Este movimiento progresista del pensamiento humano terminó- antes de que las Ciudades-Estados clasistas se arruinaran en definitiva. En Roma la ciencia tuvo pocas oportunidades de desenvolverse, y ninguna dentro de los reinos bárbaros de Europa Occidental. El legado de Grecia volvió a su origen, al Oriente. En Siria, Persia, La India, e incluso en la China lejana, donde la ciencia recibió nuevos alientos y vino a conjugarse en brillante síntesis bajo la bandera del Islam. De esta fuente procedieron la ciencia y la técnica que abrieron camino en Europa Medieval; entonces experimentaron un desarrollo que fué lento al principio, y luego, da lugar a la gran erupción de actividad creadora que trajo- como resultado la ciencia moderna. Nos encontramos unidos con la ciencia revolucionaria del renacimiento a través de una tradición activa e ininterrumpida de cuatro períodos de avance distinguibles; el primero concentrado en Italia, produjo la renovación de la mecánica, la anatomía y la astronomía -con Leonardo, Versalio y Copérnico, y destruyó la autoridad de los antiguos respecto a sus doctrinas centrales acerca del hombre y del mundo. El segundo período, que se extendió por los países bajos, Francia y Gran Bretaña comenzando con Bacón, Galileo y Descartes, terminando con Newton, forjó un nuevo mode- lo mecánico-matemático del mundo. Después de un intervalo, la ter cera transformación concentrada en la Gran Bretaña Industrial y en el París Revolucionario, abrió para la ciencia otros sectores- de la experiencia que no habían sido considerados por los griegos como la electricidad. Así la ciencia ayudó a la transformación - de la producción y de los transportes, con la energía, la maquina ria, y los productos químicos. El cuarto período, que es el de mayor importancia por su amplitud y sus efectos, es la revolución científica de nuestro tiempo, somos contemporáneos del comienzo de la ciencia mundial, transformadora de las viejas industrias y creadora de nuevas, que va impregnando todos los apectos vida. de la Una nueva era comienza con la segunda guerra mundial carac- terizada en un principio por el descubrimiento de la fisión nuclear y su utilización en la fabricación de la bomba atómica, por otro lado se extendió hasta ser también la edad espacial. Asi mismo tiempo se desarrolló la electrónica en la computación y automatización, conquistas menos espectaculares pero tal vez más importan tes. Estos acontecimientos han afectado a la ciencia, la economía y la sociedad, no solamente en una parte de Europa y en los Esta- dos Unidos de Norteamérica, como ocurrió en el pasado, sino el mun do entero.spaDesarrollo de la investigacion experimentalTesis de licenciaturarestrictedAccessIC91 C2257D