Luna Neve Luis2024-12-052024-12-051964https://hdl.handle.net/20.500.12371/23054Para tener una idea clara del desarrollo de este trabajo, es necesario dar unos antecedentes históricos sobre las diferentes formas con que los investigadores han atacado el problema de las superficies laminares y, muy en especial, sobre los cascarones cilíndricos de concreto armado. **PRIMERAS CONSTRUCCIONES DE BÓVEDAS CILÍNDRICAS.** Las primeras construcciones de cubiertas cilíndricas que ha desarrollado el hombre son, desde luego, las bóvedas corridas o bóvedas "de cañón". Este tipo de bóveda tuvo su auge durante la Edad Media, siendo su espesor considerable y no requiriendo soporte en los tímpanos, ya que el coqueo o las reacciones horizontales eran absorbidas por los gruesos muros o por contrafuertes. Las bóvedas de claustro o monasterio y las bóvedas de arista o "crucería" fueron las primeras estructuras en las que actuaron los esfuerzos en tres dimensiones, pero la pobre técnica de construcción y los materiales de gran espesor hicieron aún necesario un soporte. Con la invención del concreto armado se hizo posible desarrollar estructuras más ligeras. En el primer tipo de estructuras con cubierta cilíndrica en las que se usó concreto armado, encontramos que estaban formadas por arcos de este material y que el espacio entre éstos se cubría por una cáscara, que fue diseñada como una ordinaria losa plana que se encontraba apoyada de arco a arco o entre nervios longitudinales. Francia, por el año de 1910, fue el primer país que reconoció que tales cáscaras podrían considerarse como una estructura tridimensional. Al principio se usaron cascarones cortos con arcos poco espaciados, cuya directriz estaba formada por una catenaria (línea funicular debida al peso propio), y el empuje horizontal (coqueo) de la bóveda fue absorbido por trabes especiales en los bordes marginales. Más tarde, fue tomando importancia la zona de borde del cascarón, hasta ser incluida en la acción estructural del mismo, y en 1925 se realizaron unos cálculos, que no eran dignos de mucha confianza, para la construcción de un hangar donde el espacio entre arcos fue de 17 metros y con un claro de 50 metros. La principal dificultad se encontró al determinar los momentos transversales, y la "zona de borde" jugó un papel muy importante. En Francia, se acostumbraba proveer a los cascarones con una serie de ligeros nervios transversales, con el fin de absorber cargas no uniformes. **TEORÍA DE LA MEMBRANA.** Por el año de 1826, Lamé y Clapeyron establecieron las ecuaciones de equilibrio de la "analogía de la membrana", que después conoceríamos como la "Teoría de la Membrana". Se basaron en la hipótesis de que la superficie era tan delgada que su equilibrio se establecía por medio de esfuerzos directos que se oponían a las cargas externas, sin ser capaz de resistir ningún momento. Esta teoría fue la base del desarrollo de las modernas estructuras laminares (cascarones). Los primeros usos prácticos de la aplicación de esta teoría se deben a Bauersfeld y Dischinger, a quienes también se debe la llamada "Teoría de la Afinidad", cuyo postulado es el siguiente: "Si dos cascarones son afines, por ejemplo, dos cascarones cilíndricos de directrices circular y elíptica, habrá una simple relación entre sus esfuerzos de membrana, a condición de que las cargas guarden una cierta relación". Como se puede ver por esta teoría, sólo se puede considerar el peso propio y el espesor de una de las cáscaras debe variar. Por otra parte, como no se incluyen los esfuerzos de flexión, y además, los esfuerzos de membrana son fáciles de obtener, la teoría de la afinidad no tiene mucha importancia en el diseño de cascarones cilíndricos. **"TEORÍA EXACTA".** El planeamiento de las ecuaciones diferenciales simultáneas, donde intervienen los desplazamientos elásticos (u, v, w), y cuya solución es la que se considera "exacta", fue dado por el Dr. W. Flügge en el año de 1934, quien usó directrices circulares. El progreso decisivo en el método analítico fue hecho por A.A.S. Jakobsen, quien expresó todas las cantidades en función del desplazamiento elástico (w). Usó el método de iteración en las ecuaciones de Flügge. La ejecución práctica de los cálculos se debe principalmente a Schorer y a A.A.S. Jakobsen, quienes dieron algunas tablas.spaAnalisis Practico de las condiciones de borde en un cascaron cilindricoTesis de licenciaturarestrictedAccessIC64 L2825a