Robles Ramos, Ana Carolina2023-09-152023-09-152023-09-14https://hdl.handle.net/20.500.12371/18829Independientemente del tipo, el cáncer es una de las enfermedades más mortales en la actualidad. Particularmente, y a pesar de los nuevos tratamientos, el cáncer de pulmón constituye el 15 % del total global de nuevos diagnósticos, con una supervivencia global de 5 años que no suele superar 15 %, y cuyo principal factor de riesgo es la exposición al humo del tabaco [1]. Los tumores de pulmón se clasifican en tumores de células pequeñas y tumores de células no pequeñas de pulmón (CPCNP). Particularmente y de acuerdo a la IASLC y la OMS, estos últimos se clasifican en tres subtipos [2], pero solo nos centraremos en dos: · Carcinoma de células escamosas (SqCC): tienen una ubicación central en los bronquios principales, sus células se asemejan a las células planas y delgadas [3]. · Adenocarcinoma (LAC): no microcítico y las células son similares a las células de las glándulas como las que secretan moco en los pulmones [4]. Por su parte, los miRNA son un tipo de ARN pequeño regulatorio no codificante [5] que consiste de 18-25 nucleótidos, y que son capaces de silenciar o degradar el ARN-mensajero [6]. A pesar de representar solo un 2-3% del genoma, sus funciones lo posicionan como un factor importante como biomarcador para el diseño de nuevas terapias [7] por sus características medibles y evaluables que indican procesos biológicos, patogénicos o respuestas farmacológicas a una intervención terapéutica [8]. En este trabajo se muestran 13 miRNAs diferencialmente expresados como posibles biomarcadores de cáncer pulmonar. No obstante, para obtener una prueba de diagnóstico menos invasiva y costosa, es necesario una investigación más puntual y profunda relativa a los fluidos extracelulares [9].pdfspaEl ARN que podría salvar vidasContribución a publicación periódicaopenAccess