Arellano Ocampo, Rafael2025-01-102025-01-101956https://hdl.handle.net/20.500.12371/23678Desde la antigüedad, los constructores buscaron cubrir grandes superficies con techos sostenidos por el menor número de columnas posibles, especialmente en templos, auditorios y palacios. En México, las ruinas mayas de Yucatán muestran técnicas antiguas de construcción, como las bóvedas de dovelas horizontales talladas en bisel y techos de dos aguas construidos con grandes lajas de piedra. Estos techos alternaban con techos horizontales de terrado, realizados con vigas de madera y cubiertos con materiales como "tejamanil" o ladrillo. A principios del siglo XX, la bóveda catalana reemplazó a los techos de terrado. Este tipo de bóveda se compone de dos camadas de petatillo pegadas con yeso y cemento, colocadas sobre una cercha movible que da forma a la estructura. Hoy en día, se utilizan vigas de concreto en lugar de madera o hierro, y la distancia entre ellas varía según la curvatura de la bóveda y la habilidad del operario. El concreto, material fundamental en la construcción moderna, se compone de partículas de grava y arena unidas por cemento y agua. La mezcla se denomina revoltura, y se endurece con el fraguado, lo que marca el progreso en la construcción actual.spaEstudio de un marco rígido y una placa laminar de concretoTesis de licenciaturarestrictedAccessIC56 A7725e