Domínguez González, ElizabethTecuatl Tejeda, Jorge Abraham2020-10-292020-10-292015-12https://hdl.handle.net/20.500.12371/8755“Una herida aguda es aquélla que tiene un tiempo de evolución menor de 30 días y sigue un proceso de reparación ordenado, dentro de un tiempo adecuado, hasta restaurarse la integridad anatómica y funcional del tejido inicialmente lesionado; por ejemplo, las heridas limpias luego de procedimientos quirúrgicos o abrasiones superficiales luego de traumas. Por otro lado, las heridas crónicas son aquéllas que no siguen un proceso de reparación normal, se estancan en alguna fase de la cicatrización, sin que se restaure la integridad anatómica ni funcional del tejido lesionado; por ejemplo, úlceras venosas (UV) de los miembros inferiores (MI) o úlceras por presión (UPP). Bajo esta perspectiva los pacientes portadores de heridas crónicas o agudas se ven afectados en su calidad de vida y entorno familiar, elevando el riesgo de complicaciones directas o indirectas en su entorno de salud originando potenciales estados invalidantes generadores de dependencia familiar e institucional, inclusive la muerte, mermando en la capacidad económica tanto del país como familiar. Las heridas crónicas son comunes en pacientes con insuficiencia vascular y padecimientos como Diabetes Mellitus 2 (DMt2), aunque también pueden ser de origen traumático y en su totalidad estas afectan a más de 400 millones de personas en el mundo”.spaMEDICINA Y CIENCIAS DE LA SALUDPiel--Heridas y lesionesEnfermería dermatológicaVenas--EnfermedadesAbordaje y manejo de las heridas basada en la evidenciaTesinaCicatrizaciónopenAccessÚlceras venosas