Sánchez Bugarín, AntonioSANCHEZ BUGARIN, ANTONIO; 295261Olivares Hernández, Luis Alberto2020-12-042020-12-042015-03https://hdl.handle.net/20.500.12371/9558“No es aislado que puedan observarse actores en buen estado de salud demandando por secuelas de riesgos profesionales o estado de invalidez inexistente como también puede observarse personas verdaderamente impedidas física y mentalmente a las que se les niega en las Instituciones de seguridad social alguna prestación a las que verdaderamente tienen derecho. En estos casos, las periciales médicas han tenido mucho que ver. Pareciera que está plenamente aceptado que el arte de obtener la “justicia” es engañar mejor que la contraparte a la autoridad. Esto no puede ser desestimado en relación a la prueba pericial médica que se desahoga por demandas de prestaciones de invalidez o riesgos de trabajo. En los casos en que el engaño es mejor por parte del demandado se corre el riesgo de que se deje de proveer a un trabajador que realmente lo requiera de una prestación de la seguridad social, y con ello la afectación de su núcleo familiar y de la sociedad entera. Por otra parte, en el caso contrario, de que un simulador gane un litigio, también afecta a terceros, pues todos los mexicanos son los que de alguna u otra forma vía impuestos pagarán al actor una pensión que no le correspondía”.pdfspaCIENCIAS SOCIALESMedicina legalDerecho laboral--MéxicoSeguridad social--Leyes y legislación--MéxicoSeguridad industrial--MéxicoProcedimiento laboral--MéxicoTesis de maestríaPrueba (Derecho)--MéxicoPrueba pericialopenAccess