Browsing by Author "Juan de San Miguel"
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Libro Sermon que (en la ultima misa del novenario que hizo la Santa Iglesia Cathedral de Durango, la qual celebró de Pontifical el Illustrissimo y Reverendissimo Señor D. Ignacio Diez de la Barrera Obispo de dicha Santa Iglesia en accion de gracias por estar en cinta N. Señora, y Reyna Doña Maria Luysa pidiendo juntamente la felizidad de su parto) predicôlo el R. P. F. Juan de San Miguel del orden de San Francisco de la Provincia de Zacatecas(En Mexico : por Juan Ioseph Guillena Carrascoso, 1707) Juan de San MiguelA lo largo del sermón, el predicador nos pide que veamos a Felipe V en el lugar de Abraham, quien salió de su tierra de origen y terminó en un lugar totalmente distinto. Curiosamente, el motivo del sermón no es considerar a la Reina en el lugar de Sara (la esposa de Abraham), sino en el de Agar (la esclava con quien Abraham concibe a Ismael) al considerar su procedencia "extranjera", basándose en Gn 16,11: "Mira que estás embarazada y darás a luz a un hijo...". Dada la profecía del alumbramiento de Ismael hecha por el ángel (el contexto bíblico), fray Juan de San Miguel compara la concepción del futuro Luis I con la de cuatro personajes de la historia sagrada que tuvieron en común el que su concepción se diera entre aflicciones y esterilidades (como las que en ese momento pasaba la Familia Real española): Isaac, Sansón, Samuel y San Juan bautista. Asimismo, fray Juan resalta que en todo el texto de la Biblia no se da gracias por las concepciones de los personajes religiosos mas que en dos ocasiones: cuando la Virgen María visita a su prima Isabel y entona el Magníficat, y la de los padres de Sansón; en este último caso --a los ojos del predicador--, eso explica la fuerza sobrenatural de Sansón, la cual desea el predicador sea prenda del príncipe. Asimismo, explica el autor del sermón que, al igual que deseaba tanto Abraham el tener un hijo, así ocurría con la Casa real y el pueblo españoles desde tiempos de Carlos II, por lo que la noticia de la concepción del príncipe era motivo de celebración más que justificado.