"El impacto de la Cuarta Revolución Industrial en nuestra forma de vida es dramático (en todos los sentidos)… y no es más que el principio. La actual revolución es, en realidad, una segunda oleada de la llamada Revolución Digital que comenzó en la década de 1960 y que se fundamentó en la aparición, desarrollo y expansión de los ordenadores y, más tarde, de Internet. En esta transformación digital de nuestro entorno surgen nuevas formas de analfabetismo que vienen a aumentar brechas sociales ya existentes: el analfabetismo digital y el informacional son dos ejemplos representativos. En el campo de las Ciencias Sociales, las competencias digitales e informacionales adquieren una doble naturaleza: son, al mismo tiempo, una meta a alcanzar y una herramienta al servicio de otros objetivos, otras metas. Dentro de este contexto, el papel del nuevo profesional de la información se diversifica y abarca un área apenas desarrollada hasta las últimas décadas: la de colaboración (activa y reconocida) en la “formación permanente de la ciudadanía desde la consideración de la educación como base de la nueva sociedad de la información”. La alfabetización informacional entra a formar parte de las responsabilidades explícitas de la profesión de la información y la documentación".