Evaluacion de extractos del fruto de Trichilia havanensis Jacq. (Meliaceae) como alternativa a los insecticidas convencionales, para el control de "gallina ciega" (Phyllophaga vetula Horn) (Coleoptera: Melolonthidae)
Date
2003
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Benemérita Universidad Autónoma de Puebla
Abstract
En las dos últimas décadas, la "revolución verde estimuló la productividad del campo. Sin embargo, esta propuesta tecnológica descuidó la integridad ecológica del suelo, el bosque y el agua, poniendo en peligro la flora y fauna, además de resultar insostenible en el tiempo. En gran medida, la seguridad alimentaria y el futuro económico de los países en desarrollo depende de perfeccionar la productividad de los recursos naturales, a través de la aplicación de métodos de producción sostenible, como el desarrollo de cultivos tolerantes a condiciones ambientales adversas y la reducción de pérdidas causadas por plagas y enfermedades, entre otros factores; de éste modo el uso de insecticidas botánicos proporciona una estrategia viable para los sistemas de agricultura sostenible (Ramesh, 1994; Pro-naturaleza, 1997). En el control de plagas se utiliza gran cantidad de plaguicidas organosintéticos, que si bien resultan efectivos, contaminan ecosistemas terrestres y acuáticos, dañando a insectos benéficos y fauna silvestre, envenenan accidentalmente a humanos y ganado, además de colaborar en la aparición de nuevas plagas y en el desarrollo de resistencia de las ya existentes. A su vez, los estrictos requerimientos sobre impacto ambiental, selectividad, manejo de la resistencia y eficacia que se están aplicando a la comercialización de nuevos productos insecticidas conducen a la necesidad de desarrollar métodos alternativos de control de plagas que sean ambientalmente seguros y compatibles con los principios del control integrado y de la sostenibilidad de la agricultura, y se espera que en el futuro, los productos químicos biológicamente activos obtenidos de plantas desempeñen un papel cada vez mayor y significativo en el desarrollo comercial de nuevas formulaciones para la protección de cultivos (Balandrin et al., 1985). De hecho la primera generación de insecticidas incluye extractos y compuestos derivados de plantas como el piretro, la rotenona y la nicotina. Algunos de estos compuestos fueron la base para la elaboración de los insecticidas sintéticos de segunda generación, como el caso de las piretrinas naturales obtenidas de flores de Tanacetum cinerariaefolium (Asteraceae) que dieron origen a los piretroides sintéticos. Desde la síntesis del DDT en 1939, más de 200 insecticidas de segunda generación han sido comercializados, la mayoría neurotóxicos y de amplio espectro. Actualmente, el 89% de las materias activas que se comercializan en el mundo son insecticidas organosintéticos y, a pesar de sus probados efectos negativos, su permanencia en el mercado podría continuar en el futuro (Casida y Quistad, 1998). El uso de plantas con propiedades insecticidas está especialmente extendido en los países menos desarrollados, donde crecen localmente y representan un recurso renovable, más accesible y económico, que los insecticidas sintéticos. En muchas regiones del mundo, especialmente en las comunidades indígenas donde se produce para el autoconsumo, esta práctica se ha usado a través de generaciones y en la actualidad adquiere mayor importancia con el resurgimiento de la agricultura libre de residuos químicos y como un elemento del control integrado de plagas. Entre las plantas con mayor potencial para el desarrollo de productos activos contra insectos, se encuentra un número importante de especies de la familia Meliáceae (Jacobson, 1989), una familia de plantas leñosas tropicales que se caracteriza por la biosíntesis de triterpenos altamente reactivos comúnmente conocidos como limonoides o meliacinas, considerados entre los aleloquímicos vegetales más prometedores para ser utilizados en la formulación de nuevos plaguicidas.
En México contamos con Trichilia havanensis Jacq., una meliácea relativamente poco estudiada, que se considera tiene un alto potencial para su uso en el control de insectos plaga (López-Olguin et al., 1999).