Métodos de perforación, diseño y aforo de pozos profundos para riego agrícola

Date
1992
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Publisher
Universidad Autónoma de Puebla
Abstract
El peligro más grave que amenaza al futuro de nuestra civilización, lo constituye la rápida reducción de los recursos acuíferos en las regiones con sobrepoblación el mundo, sin olvidar al incremento paulatino en la contaminación de las aguas pues al aumentar la población se multiplican los usos y se desarrolla la industria. La magnitud de estos problemas difieren en cada país y a la vez, de una región a otra, sin embargo el mayor peligro hacia el que va la humanidad es la escasez de agua. Se debe indicar que es posible que dejen de funcionar Industrias antes por falta de agua, que por falta de combustible. Es posible también que la falta de agua disperse las grandes ciudades, antes que la dificultad de abastecimiento de alimentos. Por lo tanto, el agua está entrando apresuradamente en el campo de los bienes económicos. La dispersión de los recursos hidráulicos en México y los innumerables factores que intervienen para aumentar los consumos como: crecimiento expansivo de los usos del agua en las áreas con mayor densidad de población y de industrias, etc. hace que caminemos hacia una situación crítica, a menos que logren resolverse los problemas relacionados con la conservación y el aprovechamiento de los recursos hidráulicos y se acuda al uso de otras fuentes de abastecimiento de agua a bajo costo, especialmente en las zonas áridas y semiáridas. La desmineralización del agua salada ya sea del mar o drenaje agrícola es una de las fuentes que ofrece las mejores perspectivas para el futuro, pero aun no existe algún procedimiento que compita con los abastecimientos convencionales, exceptuando claro está en aquellos casos en que se carece de agua como en ciertas zonas áridas, en islas, o bien, en establecimientos militares. La población actual de México sobrepasa bien en los 80 millones de habitantes y crece a una tasa media anual de 3%. Los recursos hidráulicos potenciales de México ascienden aproximadamente 360.000 millones de m³ de agua. Al analizar la distribución de ese recurso natural, resalta la gravedad de nuestro problema de agua. El 63% del volumen ya citado o sean 225 000 millones de m³ están concentrados en el Sureste del país que ocupa el 13% de nuestra superficie territorial. Mientras esa privilegiada región disfruta de abundantes recursos acuíferos, el 87% restante de nuestro territorio cuenta solamente con el 37% del agua del País o sean unos 135.000 millones de m³. El desarrollo industrial de los Estados Unidos se inicio cuando sus recursos hidráulicos estaban prácticamente inaprovechados, con base en la agricultura de alto rendimiento que previamente se había desarrollado en la vasta zona húmeda comprendida al Este del Meridiano 100 en donde puede cosecharse alfalfa sin riego y otros cultivos. En cambio el proceso de industrialización de México inicia en las zonas áridas y semiáridas, donde los recursos hidráulicos están comprometidos en riego y usos municipales, antes de contar con una producción agrícola segura que en México sólo puede obtenerse con riego. Es preciso recordar que todavía se trabaja la tierra agrícolamente en tal forma que lejos de constituir una industria es sólo un medio de vida. Ningún desarrollo económico irá muy lejos a menos que se impulse la agricultura como parte del proceso de fomento. La producción de los cultivos básicos deberá incrementarse prácticamente al doble partir del presente sexenio, ampliando las áreas agrícolas y aplicando simultáneamente todos los recursos que ofrece el actual avance tecnológico para incrementar los rendimientos de los cultivos. Puede asegurarse que en el futuro deberán superarse los Límites geográficos para abarcar zonas y condiciones que hasta hoy se consideraron poco adecuadas para la agricultura y deberán incrementarse también la producción de las tierras actualmente cultivadas hasta límites insospechados, pero el factor limitante para ese desarrollo agrícola seguirá siendo la aridez que predomina en nuestro territorio. El problema de riego no es exclusivo de las zonas áridas y semiáridas que cubren gran parte de nuestro territorio, donde la escasez de agua es común a bastas extensiones húmedas que sufren la falta de lluvias en periodos críticos durante las operaciones agrícolas reduciendo los rendimientos e impidiendo el desarrollo de una agricultura intensiva y diversificada en alto rendimiento. Con justa razón se ha llamado al riego la ciencia de supervivencia. México en particular, debido a las condiciones adversas impuestas por el medio físico a nuestro territorio, esta resolviendo con base en el riego sus tradicionales problemas de aumento de producción agrícola. La imposibilidad de desarrollar cultivos de temporal en mas del 60% de nuestro territorio y el carácter aleatorio de ese tipo de agricultura en el resto del país, no tiene otra alternativa. El rápido crecimiento demográfico de nuestro país presionando vigorosamente sobre el recurso tierra, tanto por la tendencia al aumento de población agrícola, como por la creciente demanda de alimentos, de materias primas para la industria y de productos agrícolas para la exportación. El futuro desarrollo de México estará condicionado al aprovechamiento que se haga del agua, no solo en cantidad, sino también en su distribución en los diferentes usos, sin embargo la irregularidad de ese recurso en el territorio no permite hacer planes a escala nacional.
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