Aldrín, un viejo enemigo
Date
2024-03-08
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Benemérita Universidad Autónoma de Puebla
Abstract
El aldrín es un insecticida organoclorado que ya sea por contacto, inhalación o por ingestión es un veneno potencial y persistente [1, 2]. Su uso comenzó en los años 40 y se extendió hasta 1974, ya para los años 70’s y 80’s fue prohibido debido a su alta toxicidad en EUA, Malasia, Indonesia, entre otros; en 1987 se prohibió su producción en Europa y aunque su uso ya no es vigente en la mayoría de los países se han encontrado restos del mismo en cuerpos de agua e incluso animales [3].
Tiene un punto de fusión y ebullición de 104 °C y 145 °C respectivamente, una densidad de 1.54 g/mol y posee un coeficiente de partición de 3.01. Es un sólido muy inflamable a temperatura ambiente, al calentarlo éste se descompone produciendo humos tóxicos (de Cl y HCl), reacciona con ácidos, oxidantes, metales, fenoles y catalizadores ácidos; no es soluble en agua, pero si es soluble en orgánicos (hidrocarburos aromáticos, ésteres y cetonas) a excepción del alcohol. En su producción únicamente se llega a un 90% de pureza, ya que existen varias impurezas en las que destacan el tolueno (0.6%), hexaclorobutadieno (0.5%) y HCCPD (3.7%) [4, 5].
Posee una vida promedio en los sustratos de 1.5 a 5.2 años, sin embargo, gracias a su rápida conversión a dieldrín puede aumentar hasta a 5 años [6]. Es por esto que el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente determinó que la dosis letal en humanos es de 83 mg/kg [3].
El aldrín en los humanos conduce a una neurodegeneración dopaminérgica que conduce a la anemia o bien a la enfermedad del Parkinson, puede inducir la producción de ROS o causar una reacción proinflamatoria y daño al ADN en células epiteliales del ovario. Actúa como ligando e inhibidor de las vías de señalización de andrógenos y altera la herencia epigenética, lo que contribuye al desarrollo de cáncer de próstata en los hombres y cáncer de mama en las mujeres, provoca déficit bioquímico y de comportamiento inducidos por la enfermedad de sinucleína [5].
El aldrín puede permanecer en el ambiente a pesar de que se degrada naturalmente, es por esto que existen métodos que facilitan su degradación, se dividen en fisicoquímicos (radiación UV, pirólisis, reducción química con hierro covalente (Fe0)) [6, 7] y biorremediación con microorganismos (utilizan el contaminante como fuente de energía), de los cuales se destaca el uso de Pseudonocardia sp. KSF27 (bacteria) que elimina el 85% de 14.06 μM de aldrín, además de otros contaminantes [8]; y Mucor racemosus DDF (hongo) que trabaja en un amplio rango de pH y es capaz de degradar además del aldrín otros pesticidas organoclorados [9, 10].
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