Cascara de nuez (Junglans regla L) como sustrato alternativo para la produccion de plantulas de Pinus patula, en Vivero
Date
2011
Authors
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Benemérita Universidad Autónoma de Puebla
Abstract
La cáscara de nuez (Juglans regia L.) es un subproducto barato sin aprovechamiento en su producción, sin embargo, cuenta con importantes elementos nutritivos para las plantas. Por esta razón se evaluó el efecto de diferentes tratamientos de cáscara de nuez y otros materiales sobre el crecimiento inicial de P. patula Schl. et Cham., producidas en vivero. Los tratamientos probados fueron: 1 peat moss + agrolita + vermiculita 33% de cada uno, 2 cáscara de nuez + agrolita + vermiculita, 80, 10 y 10% de cada uno; 3 cáscara de nuez, agrolita y vermiculita 50, 25 y 25% de cada uno y 4 cáscara de nuez + agrolita + vermiculita 33.% de cada uno. Se utilizo un diseño experimental completamente al azar, con cuatro tratamientos y cuatro repeticiones. Los resultados mostraron un porcentaje de germinación superior al 80% en todos los tratamientos, sin presentar diferencias estadísticas significativas entre ellos. A los siete meses y medio de edad, las plántulas que se desarrollaron en los tratamientos 1 y 4 presentaron los valores más altos, sin diferencias estadisticas significativas entre ellos para las variables, altura, diámetro, peso seco aéreo, peso seco radicular, peso seco total e indice de Dickson. Para la relación parte aérea/raiz e indice de esbeltez no se presentaron diferencias estadísticas significativas entre los cuatro tratamientos. La cáscara de nuez composteada permite producir plántulas sanas y con buenas características, por lo que es útil como sustrato alternativo para la producción de plantas en vivero, reduciendo los costos de producción en un 33%, sin embargo, será necesario realizar más investigación para determinar los porcentajes óptimos de mezclas que incluya este sustrato.
Los bosques están desapareciendo rápidamente y de continuar el actual ritmo de deforestación las zonas boscosas se acabarán en el presente siglo (Greenpeace México, 2009). Entendiendo por tanto que el hombre ha estado relacionado e influyendo en los cambios de la vegetación desde antes de los inicios de la civilización. (WRI, 1990) se estima que desde los tiempos pre-agrícolas los bosques del mundo se han reducido entre cinco y seis mil millones de hectáreas; el más alto porcentaje (32-35%) correspondiente a bosques de climas templados. Según cifras de la Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT, 2004) 45% del territorio nacional presenta algún tipo de degradación, principalmente por el cambio de uso del suelo destinado a actividades como agricultura, ganadería y otros usos, México ocupa el quinto lugar mundial en deforestación (WRI, 1990). Ante la necesidad actual de restituir la cobertura vegetal desaparecida, a través de programas de reforestación y restauración, especialmente con especies nativas, para diversos fines como son producción de bienes (madera, leña, pulpa, resinas, semillas comestibles y otros productos) y servicios (agua, oxigeno, recreación, captura de carbono) para las comunidades rurales, además de contribuir a mantener el equilibrio del ambiente (Wightman y Santiago, 2003). Los viveros han cobrado un papel relevante como depositarios y proveedores de este tipo de plantas, sobre todo ahora que se reconoce su importancia para la conservación de la biodiversidad (Benítez et al., 2002). México es el país con el mayor número de especies de pinos (Greenpeace México, 2009), estos tienen gran importancia ecológica, económica y social (García y Gonzales, 2003; Ramírez et al., 2005). Pinus patula Schl. et Cham. (ocote, pino rojo, pino gacho), es una especie de gran importancia económica y ecológica debido a su potencial productivo y capacidad para adaptarse a diferentes condiciones climáticas y de suelos, es ampliamente utilizado para proyectos de reforestaciones y plantaciones forestales comerciales que tienen como finalidad la producción de madera de buna calidad por su bajo contenido de resina, libre de nudos y fuste recto (Velázquez et al., 2004). La producción de plantas en vivero de esta especie depende de factores como; la adecuada selección de los sustratos para la preparación de los medios de crecimiento ya que una mezcla adecuada debe tener propiedades físicas y químicas que permitan la disponibilidad oportuna de los nutrimentos y el agua (Burés, 1997). La preocupación de los viveristas radica en los costos alcanzados por la utilización de sustratos importados, actualmente en México se usa como sustrato principal, en la producción de plantas en contenedores rígidos, una mezcla de turba (peat moss), agrolita y vermiculita en proporciones de 6:3:1, por ello se deben buscar opciones en la reducción de costos, que además garanticen la calidad de la planta (Arteaga et al., 2003). Es necesaria la búsqueda de nuevos sustratos alternativos viables para la producción de plantas en vivero, como es la cáscara de nuez de castilla (Juglans regia L.), que es un subproducto de la producción de nuez, la cual alcanza una amplia distribución e importancia económica en el mundo. La producción mundial de nuez con cáscara es de aproximadamente 1.100.000 tn (USDA, Foreign Agricultural Service, 2008); China y Estados Unidos constituyen los principales países productores, con alrededor del 45 y 30% del total, respectivamente. México se ubica en 13º lugar en la producción de nuez a nivel mundial entre 2001 y 2003, con una producción de 230 toneladas anuales, Puebla ocupa el tercer lugar a nivel nacional en producción de nuez de castilla, sólo por debajo de Tamaulipas y Jalisco. La nuez de castilla es uno de los principales ingredientes para la elaboración del tradicional platillo "chiles en nogada" por lo que es un cultivo de gran rentabilidad (Fundación Produce Puebla, 2010). La Secretaría de Desarrollo Rural menciona que el municipio de Tetela de Ocampo, Puebla es considerado un productor importante de nuez de castilla. La cáscara de nuez de castilla es fácil de adquirir y sobre todo de bajo costo, ya que es considerada por los productores del municipio de Tetela de Ocampo, como desecho y sin valor comercial. En el mejor de los casos es incorporada a los terrenos agrícolas sin saber la composición físico-química y las aportaciones de materia orgánica que puede brindar, presenta una descomposición fácil y rápida logrando obtener el material composteado en cinco meses. Este trabajo de investigación contribuirá a demostrar que la utilización de la cáscara de nuez de castilla composteada es útil como sustrato alternativo para la producción de plantas en vivero, reduciendo los costos de producción y contribuyendo de esta forma con el sector productivo forestal.