Estudio y proyecto de un aereopuerto de servicio público para la ciudad de Puebla y zona industrial en San Martín Texmelucan
Date
1981
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Benemérita Universidad Autónoma de Puebla
Abstract
Desde tiempos antiguos, el deseo del ser humano de volar ha sido una constante, reflejada en las representaciones mitológicas de deidades con alas, como en Egipto y Grecia. Una de las leyendas más conocidas es la de Dédalo e Icaro, quienes fabricaron alas de plumas y cera para escapar de prisión, pero Icaro cayó al mar cuando se acercó demasiado al sol y la cera se derritió.
Este deseo de volar impulsó el estudio del vuelo de las aves. En el siglo XV, Leonardo da Vinci diseñó máquinas que imitaban a los pájaros, como un helicóptero primitivo, y exploró la aeronáutica. A finales del siglo XVII y principios del XVIII, se realizaron varios intentos de vuelo humano. En 1766, el químico inglés Henry Cavendish descubrió que el hidrógeno era más ligero que el aire, un hallazgo que más tarde permitiría la creación de globos aerostáticos. El primer globo de aire caliente se elevó en 1783.
Las palabras "aviación" y "aviador" aparecieron por primera vez en la literatura en 1880, pero fue durante la Primera Guerra Mundial cuando el término alcanzó una aceptación generalizada. La historia del vuelo humano es, por tanto, un proceso largo de estudios e invenciones que culminaron en el desarrollo de la aviación moderna.