Metodología para certificación de derechos agrarios y titularización de solares urbanos caso ejido 21 de marzo, del Estado de Tabasco.
Date
1999
Authors
Journal Title
Journal ISSN
Volume Title
Publisher
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla
Abstract
El sistema agrario en México tiene sus raíces en la época colonial, cuando la propiedad indígena fue asimilada al marco jurídico español y se establecieron formas de tenencia como el ejido, destinado al uso común de las comunidades. A lo largo de la historia, las tierras comunales, los poblados y las áreas de tributo jugaron un papel clave en la organización social y productiva de las comunidades indígenas. Con el tiempo, la presión por modernizar el campo y responder a la pobreza e injusticia acumuladas llevó a la reforma del artículo 27 constitucional en 1992, que reconoció la propiedad ejidal y comunal, fortaleció la autonomía de los ejidos, protegió la integridad territorial de los pueblos indígenas y promovió la capitalización del campo. Dentro de este marco se creó el Programa de Certificación de Derechos Ejidales y Titulación de Solares Urbanos (PROCEDE), cuyo objetivo fue otorgar certeza jurídica a los campesinos mediante la entrega de certificados parcelarios y títulos de solares. El programa generó millones de planos de parcelas y solares, densificó la red geodésica nacional y permitió identificar con precisión límites y superficies de los ejidos. Para su ejecución participaron instituciones como la Procuraduría Agraria, el Registro Agrario Nacional y el INEGI, que aportó la tecnología de punta en medición, como la Estación Total y la Libreta Electrónica. Gracias a este esfuerzo, se consolidó un marco legal y técnico que dio seguridad documental a los ejidatarios, fortaleció la vida democrática en el campo y abrió nuevas oportunidades de desarrollo económico y social para millones de mexicanos que dependen directamente de la tierra.