Proceso de coloracion por metodos continuo y agotamiento
Date
1970
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Benemérita Universidad Autónoma de Puebla
Abstract
Según datos históricos, la industrialización poblana se inició con la industria textil. Su proximidad al Valle de México, el centro de consumo más importante del país, y la existencia de un eficiente sistema de comunicaciones que facilitaban tanto el acceso a las materias primas como el traslado de las mercancías a los mercados, actuaron como factores favorables. Estos elementos, aunados al espíritu empresarial de los habitantes del estado, sentaron las bases para el establecimiento de esta rama de la industria, una actividad tradicional en Puebla. Paralelamente, han ido surgiendo otras ramas industriales, entre las que se cuentan los ingenios azucareros, las fábricas de refrescos y aguas minerales, las de hilados y tejidos de fibras artificiales, molinos de trigo, fábricas de cemento, etc. Sin embargo, siempre han conservado su supremacía las fábricas de hilados y tejidos, incluyendo el estampado y la coloración de fibras como la lana, el algodón y las fibras sintéticas. Estas fábricas, además de su producción, maquilan telas procedentes de otras regiones del país. El censo industrial de 1955 consigna cifras muy interesantes sobre las características de la industria de Puebla, que pueden servir de base para compararlas con las del censo de 1961 y establecer el grado de evolución que han sufrido estas actividades vitales para la economía de la entidad.
En 1955, según el censo, el valor de la producción de la industria de transformación ascendió a 1,197.9 millones de pesos. En esta cifra se excluye el valor de la industria extractiva, el de la construcción pública y privada, y el de la generación de energía eléctrica. Dentro de las principales industrias que generaron este valor, destaca en primerísimo lugar la industria de hilados y tejidos, incluyendo las de estampado y coloración para distintas fibras, que aportó 715 millones de pesos (59.7%) y empleó a 43,357 trabajadores, que representan el 66.1% del total en la industria de transformación. En orden descendente de importancia, en ese año figura la industria azucarera, cuyo valor fue de 41.4 millones (3.5%), y en la que se ocupaba a 1,363 trabajadores (2.1%) del total. En tercer lugar se encuentra la industria de refrescos, aguas minerales y aguas purificadas, con un valor de 39.7 millones (3.3%) y 1,650 personas ocupadas (2.5%). Estos elementos son suficientes para destacar el papel de la industria textil y la importancia de su participación en la economía poblana. El resto de las actividades industriales no tuvo en 1955 una relevancia notable. En 1961, el valor de la producción de la industria de transformación llegó a 1,497.3 millones de pesos, lo que representa un aumento de aproximadamente el 25% en un lapso de 7 años; aparentemente, una tasa anual muy reducida.
La industria textil continuó ocupando el primer lugar en la composición del valor, con 718 millones de pesos (47.9%) del total, dando empleo a 24,283 personas (3.2%). Los molinos de trigo pasaron a ocupar el segundo lugar en importancia, con una producción cuyo valor ascendió a 108.0 millones de pesos (7.2%) y con 456 trabajadores (0.6%). La industria azucarera pasó a un tercer plano, con 91.5 millones de pesos (6.1%) del valor y el 2.5% del personal ocupado. La producción de refrescos y aguas minerales quedó en cuarto lugar, con un valor de 85.5 millones (5.7%) y 714 personas ocupadas (2.3%).