El borrador de la primera Constitución Política de México, elaborado por el Congreso General Constituyente en 1824, es el testimonio de los debates previos a la sanción y publicación de una Constitución nacional que significó la consolidación de un pacto mínimo, que a su vez sentara las bases para el proyecto de Nación. Por la única fecha que contiene (3 de septiembre) puede asumirse como el último borrador de la Constitución, pues ésta se promulgó el 4 de octubre de 1824. Como proyecto de Constitución, contiene múltiples elementos característicos de un cuaderno de trabajo sobre el que se registran añadiduras, correcciones, enmiendas, cancelaciones o supresiones, huellas de reordenamientos de artículos o de reorganización de ideas, que dan cuenta del trabajo legislativo en el crucial momento de definir la estructura jurídica y política sobre la que descansará la nueva nación y sobre el que se fijaba su destino, pero también da testimonio de que en la construcción de la nación no sólo jugaron un papel protagónico las armas, sino también las ideas e, incluso, los anhelos.