Construcción de oleoducto
Date
1978
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Publisher
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla
Abstract
A lo largo de la historia, el ser humano ha tenido que entender las propiedades del agua para poder almacenarla y transportarla a grandes distancias. Los antiguos descubrieron que era más fácil conducir agua por canales ligeramente inclinados, lo que permitía un flujo constante sin que se convirtiera en un torrente. Con el tiempo, se comprendió que los líquidos ejercen presión debido a su peso, y que esta presión actúa en todas direcciones. Además, los líquidos pueden cambiar de forma sin alterar su volumen, lo que permite que fluyan a través de tuberías, incluso en curvas o subiendo pendientes.
Los primeros oleoductos rudimentarios se remontan a la antigüedad, como los de la península de Apsherón en el Mar Caspio, que canalizaban gas para las antorchas de los templos del fuego. Los aztecas utilizaban betún para calafatear sus navíos y recubrir calzadas, mientras que los chinos ya perforaban pozos para extraer aceite. Sin embargo, fue hasta mediados del siglo XIX cuando, en 1859, Edwin Drake perforó con éxito el primer pozo de petróleo explotable en Titusville, Pensilvania. Este evento marcó el inicio de la explotación comercial del petróleo, conocido como "oro negro".