Construcción de oleoducto

dc.audiencegeneralPublic
dc.contributor.authorMejia Grajeda Jose Antonio
dc.coverage.placeTesiteca Biblioteca Central 3er. piso
dc.date.accessioned2024-12-02T20:33:26Z
dc.date.available2024-12-02T20:33:26Z
dc.date.issued1978
dc.description.abstractA lo largo de la historia, el ser humano ha tenido que entender las propiedades del agua para poder almacenarla y transportarla a grandes distancias. Los antiguos descubrieron que era más fácil conducir agua por canales ligeramente inclinados, lo que permitía un flujo constante sin que se convirtiera en un torrente. Con el tiempo, se comprendió que los líquidos ejercen presión debido a su peso, y que esta presión actúa en todas direcciones. Además, los líquidos pueden cambiar de forma sin alterar su volumen, lo que permite que fluyan a través de tuberías, incluso en curvas o subiendo pendientes. Los primeros oleoductos rudimentarios se remontan a la antigüedad, como los de la península de Apsherón en el Mar Caspio, que canalizaban gas para las antorchas de los templos del fuego. Los aztecas utilizaban betún para calafatear sus navíos y recubrir calzadas, mientras que los chinos ya perforaban pozos para extraer aceite. Sin embargo, fue hasta mediados del siglo XIX cuando, en 1859, Edwin Drake perforó con éxito el primer pozo de petróleo explotable en Titusville, Pensilvania. Este evento marcó el inicio de la explotación comercial del petróleo, conocido como "oro negro".
dc.identifier.bibrecordIC 78M3583CEj2
dc.identifier.urihttps://hdl.handle.net/20.500.12371/22955
dc.language.isospa
dc.publisherBenemérita Universidad Autónoma de Puebla
dc.rights.accesrestrictedAccess
dc.thesis.careerLicenciatura en Ingeniería Civil
dc.thesis.degreedisciplineÁrea de Ingeniería y Ciencias Exactas
dc.thesis.degreegrantorFacultad de Ingeniería
dc.thesis.degreetoobtainIngeniero (a) Civil
dc.titleConstrucción de oleoducto
dc.typeTesis de licenciatura
dc.type.degreeLicenciatura
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